Tejemos Igualdad, Encendemos Justicia

El 23 y 24 de enero, en la Casa de Oración de los Sagrados Corazones, se llevó a cabo el Primer Encuentro Presencial de la Red tras casi dos años de trabajo en modalidad virtual. Este evento tuvo como objetivo principal la capacitación en enfoque de género como etapa previa a la construcción de la Estrategia y la Política de Género de la Provincia.

La formación fue facilitada por el equipo consultor especializado, integrado por Romina Gallegos y Karina Paredes, contó con la participación de 38 representantes provenientes de diversas Obras y Oficinas de la Provincia. Durante las jornadas, se promovió la reflexión crítica, la identificación y resignificación de patrones culturales, y la co-construcción de conocimientos orientados hacia la igualdad de derechos, enmarcados en la vivencia de la dignidad inherente a todas las personas como hijos e hijas amados por Dios.

Este proceso formativo se complementará con una serie de cuatro encuentros virtuales que permitirán profundizar en los contenidos abordados durante el encuentro presencial, consolidando así un enfoque integral y participativo. Luego de esta formación, los facilitadores/as de la Red estarán capacitados para formar en enfoque de género dentro de sus Obras u oficinas.

Desde la Comisión de Igualdad de Género queremos agradecer a los Directores y Directoras de Obras quienes facilitaron la participación de los representantes de cada obra.

Lorena Pérez
Coordinadora de la Comisión de Igualdad de Género

Fue un espacio muy acogedor, rescato, sin duda, el encuentro cercano entre las personas de las distintas obras de la Compañía de Jesús que pudimos conversar, intercambiar opiniones, reírnos, también cobijarnos mutuamente y mostrarnos vulnerables. Reflexionar sobre el género sin sentir cómo atraviesa la vida, carece de la esencia de este tema. En este encuentro reconocimos a partir de la vida y cuerpos de cada una y cada uno y de los contextos y labores que realizamos cómo nos marca el género a través de las violencias, las desigualdades y los estereotipos tan enraizados en distintos ámbitos de la vida cotidiana.

Fue un espacio de mucha escucha, enmarcado en un análisis desde el enfoque de derechos que partió de la pluralidad de factores que nos atraviesan como el territorio, etnia, clase y de más realidades que nos configuran como personas distintas con igual dignidad. Valoro la apertura para dialogar sobre la diversidad de temáticas que despertaron interés y que generaron dudas, sabiendo que alrededor del enfoque de género ha existido mucha desinformación en nuestros contextos y son estos los momentos y espacios que permiten clarificar su real intencionalidad, lograr la igualdad entre todas las personas dentro de la Compañía de Jesús y en nuestra sociedad.

María Noelle Acosta Fe y Alegría

Mi experiencia en el encuentro sobre género me permitió clarificar muchos conceptos que antes no tenía del todo claros, especialmente en cuanto al propósito que tiene la Compañía de Jesús en relación con este tema. La experiencia fue sumamente enriquecedora para mí, tanto en el aprendizaje como en el intercambio de ideas, ya que me ayudó a darme cuenta de las afectaciones personales que he experimentado debido a los estereotipos y las expectativas sobre lo que debe ser un hombre o una mujer. Aunque estas afectaciones no siempre provinieron de maldad, sí fueron producto de esas formas de pensar limitantes que me causaron daño. No obstante, este proceso me permitió reconocer y comprender esas situaciones, y me dio la oportunidad de trabajar para evitar que otros enfrenten injusticias similares.

Además, considero que es una excelente oportunidad para implementar estos aprendizajes en los centros educativos, con el objetivo fundamental de promover el respeto por la dignidad humana, tal como se destacó en el encuentro. Esto me motiva a trabajar no solo a través de capacitaciones, sino con un enfoque de verdadera concientización y la implementación de estrategias efectivas que favorezcan la inclusión y el respeto en las instituciones educativas. Si logramos formar a las nuevas generaciones en este enfoque, podremos reducir considerablemente los casos de bullying. Estoy convencido de que el trabajo conjunto con los estudiantes, sus familias, los docentes y los directivos permitirá disminuir e incluso erradicar cualquier forma de violencia o afectación en los centros educativos. Esto contribuirá a crear ambientes propicios, sanos y seguros, en los cuales las personas puedan aprender, formarse y aplicar sus conocimientos con calidad y excelencia.

Todo esto generará un impacto positivo en la sociedad, promoviendo una transformación hacia una sociedad más justa y reconciliada. Este encuentro me marcó profundamente y me impulsó a comprometerme aún más con este importante tema.

Adalberto Avila  Red de Unidades Educativas Ignacianas (RUEI)

El taller vivido en estos dos días nos ha permitido reflexionar profundamente sobre nuestro rol como cuerpo apostólico de la Provincia y los desafíos que enfrentamos en la búsqueda de igualdad y justicia. Ha sido un espacio en el que más de 23 obras de la Compañía de Jesús, con sus diversidades sociales, económicas, políticas y educativas, se han reunido bajo un propósito común: mirar con nuevos ojos la realidad en la que vivimos y comprometernos a transformarla.

El lema #TejemosIgualdadEncendemosJusticia resume el anhelo de construir un futuro donde hombres y mujeres tengan igual dignidad y oportunidades dentro de nuestra comunidad y la sociedad. Reconocemos que, como cuerpo apostólico, no estamos aislados de las problemáticas estructurales que afectan al mundo, entre ellas la violencia de género, especialmente hacia las mujeres. Es imperioso visibilizar esta realidad, aceptar que nos atraviesa en lo cotidiano y que muchas veces perpetuamos estereotipos y conductas que deshumanizan.

Durante estas dos jornadas, compartimos nuestras vidas, experiencias y dolores, pero también nuestros sueños de una sociedad más justa. Este proceso nos llama a mirar primero en nuestro interior. Para romper los estereotipos que degradan la dignidad humana, debemos iniciar con una introspección honesta que nos permita reconocer nuestros miedos y deconstruir los prejuicios que cargamos. Este ejercicio de autocrítica y conversión personal debe ser acompañado por una formación constante, sólo así podremos actuar con coherencia y ser agentes de cambio en nuestras obras.

Entre los principales desafíos, emerge la necesidad de comprender el enfoque de género desde una perspectiva cristiana. Esto implica reconocer que todos, hombres y mujeres, somos creados a imagen de Dios y llamados a vivir en igualdad y armonía. Además, debemos aceptar que la violencia de género no es una cuestión lejana o abstracta; se manifiesta en dinámicas cotidianas y en actitudes que, a menudo, hemos normalizado.

Como cuerpo apostólico, nuestra misión es ser un puente de convivencia armónica que dignifique la sociedad. Esto requiere un compromiso renovado para construir comunidades donde la igualdad no sea un ideal distante, sino una realidad palpable. Este esfuerzo exige valentía para desafiar las estructuras que perpetúan la inequidad y para educar desde nuestras obras ignacianas con una mirada transformadora.

El camino que se abre ante nosotros no es sencillo. Exige perseverancia, humildad y la certeza de que no caminamos solos. Cristo nos guía como cabeza de este cuerpo apostólico diverso y unido, trabajando por la extensión del Reino y la mayor gloria de Dios.

Sigamos soñando y trabajando juntos por un mundo donde tejamos igualdad y encendamos justicia, llevando las luces y sombras de estas jornadas al corazón para compartirlas con quienes nos rodean. Solo así, podremos dar testimonio vivo del amor y la dignidad que Dios quiere para cada ser humano.

Myriam Arteaga Unidad Educativa Cristo Rey

El Taller de “Tejemos Igualdad, encendemos justicia” me ha dado la valiosa oportunidad de dar forma y orden a muchos conceptos que, a priori, entrañan mucha complejidad.  

Esta forma, orden y sentido que he podido asimilar, a partir del encuentro, se levanta sobre la base de las ideas de: la dignidad humana, el Dios de Jesús, el diálogo y la búsqueda de la justicia.  El taller me dotó de un punto de partida clave para poder compartir y abordar con mis compañeras y compañeros de misión lo que implica el enfoque de género.

No puedo dejar de mencionar que el encuentro ha sido, a su vez, un viaje hacia el interior de las historias y de los territorios personales de cada una. Valoro y agradezco profundamente la valentía de cada una de las participantes, pues ellas son inspiración para hacer el activismo más complejo de hacer, que es el activismo hacia adentro de cada uno de nosotros. La deconstrucción personal y el derribar todas las limitaciones e ideas preconcebidas sobre este tema tan complejo, es la gran tarea pendiente.

Wendy Zambrano Hogar de Cristo


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