Realizar una pausa en nuestra vida cotidiana para fortalecer una comunión profunda y sincera con Dios y nuestro señor Jesús en los ejercicios espirituales nos brinda una vivencia recomendable, que en lo personal fue un bálsamo refrescante y una visión reconfortante a nuestro vivir cotidiano, la pasión por servir a los más vulnerables se renueva con el despertar del espíritu en la meditación silenciosa y la comunión con Jesús, que mediante la consolación te permite agradecer por la grandeza de su poder reflejado en la naturaleza que lo percibes en los tiempos de contemplación.
Edwin Beltrán ● IRFEYAL
En esta experiencia pude hacer memoria y reconocer conscientemente la presencia de Dios en mi vida, algo que no es tan fácil lograr en el ajetreo de la vida diaria. Los Ejercicios Espirituales también me ayudaron a conocerme y a reconocer aspectos de mí misma en los que tengo que trabajar y otros en los que he podido ir mejorando desde otras experiencias pasadas.